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Yo, Pecador...

SKU: 135757  |  ISBN : 9789562621151
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La novela Yo, pecador... mereció de los integrantes del jurado del Concurso de Novela Premio " Revista de libros " de El Mercurio, 2000, algunos de los siguientes comentarios:

" Nada parece serle ajeno a este religioso tan conflictivo como conciliador, en un mundo en que la política, la teología, el psicoanálisis o una percepción casi picaresca de la realidad atraviesan las páginas de sus escritos sin que su densidad nos aleje nunca de una trama profundamente novelesca e inquietante.

¿ En qué me han hecho pensar constantemente los ires y venires, a menudo tempestuosos, del sacerdote Mario Duval ? Yo me atrevería a decir que en el Cándido de Voltaire, pero en su versión más activa y contemporánea". Alfredo Bryce Echenique (escritor)

" Con Yo, pecador... me encontré frente a una situación narrativa apasionante e insólita en las letras chilenas: nada menos que con la culpa como protagonista. Esta narración de un personaje sacerdote que narra sus andanzas entre el remordimiento, el mal, la culpa y las diversas obsesiones de infinito del ser humano narrando nada menos que lo que oye en el confesionario, fue para mí el más apasionante de los discursos narrativos de los últimos tiempos y el único tal vez de este tipo en nuestra literatura nacional ". Ana María del Río (escritora)

" Rasgo infrecuente en la narrativa chilena: el autor, más que evocar de manera admirable uno de nuestros momentos históricos recientes -no como historia, como vida-, intuye y cuenta a un hombre ineludible e inolvidable, fuerte y débil, idealista y corrupto, generoso, inteligente, áspero, ingenuo. La contradicción constituye su signo y su riqueza. Es varón bueno aun en lo profundo de los " pecados " en que cae, pecados que empapa una virtud no menos legítima por la imperfección que él mismo reconoce ". Guillermo Blanco (escritor)

" Parece que todo, desde los pequeños actos humanos hasta los grandes sucesos sociales que han marcado esta época, adquiere nuevos matices gracias a la mirada de este hombre desgarrado y pícaro a la vez. El padre Mario Duval, sin quererlo, termina siempre mirando por el ojo de la cerradura para revelar una perspectiva diferente de la naturaleza humana que hace volver a la realidad "con un sentimiento de los demonios" o, lo que es lo mismo, con una mayor sensibilidad y conciencia de nuestras propias miserias". Cecilia García Huidobro (editora y directora de "Revista de Libros")

" Yo, pecador... tiene el mérito de estar escrita en un lenguaje llano, que se convierte en el marco justo tanto de la reflexión sesuda como del argot, siempre en forma atingente con lo narrado. A pesar de ser una novela de ideas, conceptos, reflexiones, es capaz de ir entregándoselos al lector manteniendo la tensión narrativa y la intensidad dramática que provoca toda buena novela ". Arturo Infante (editor)